Acuarela
Hace algunos años estuve en Amsterdam. Cerca de mi hotel había una pequeña plaza con restaurantes, bares y puestos de artesanía donde solíamos terminar la dura jornada de turismo. En una esquina de la plaza una chica delgada y pálida vendía unas preciosas acuarelas. El último día de mi viaje antes de partir me acerqué y compré la que me pareció que resumía lo que mas me gustó de la ciudad. Al llegar Málaga la enmarqué y está colgada en mi despacho. No se si tendré una gran obra de arte en casa pero fotografiarla para probar las opciones de edición de mi cámara me ha resultado agradable.